Hoy en día estamos viviendo en Uruguay una inacción política sobre el recurso agua que afecta a la zona metropolitana principalmente. La zona metropolitana comprende el departamento de Montevideo y la región lindera con los departamentos de San José y Canelones. Esta zona está padeciendo un serio problema con el agua potable producto de una larga sequía que afectó la cuenca del río Santa Lucía, cuenca que provee el agua para dicha zona.
Mientras los políticos se tiran las responsabilidades de un lado hacia el otro, quien se jode (disculpen la expresión) es el pueblo. Pero, quien más se jode, son las poblaciones marginales, los más débiles. Todos nos jodemos, es cierto, pero unos más que otros en función de los recursos económicos que se tengan para enfrentar esta escasez de agua potable que tenemos.
Mientras los políticos se tiran el fardo, tratan de «terroristas» a unos, no permiten sacar préstamos, tampoco comunicar ya que se centraliza todo en la figura del presidente… mientras tanto, los habitantes de la zona metropolitana nos jodemos. Mientras tanto, no sabemos si el agua que sale de la canilla se puede tomar o no, si es saludable o no. El gobierno le dice a la oposición que sí, que no haga terrorismo ni politice el tema… y por el otro lado, el Ministerio de Salud Pública te dice que en lo posible no tomes de esa agua, que la población de riesgo no debe tomar esa agua. Es decir, puras contradicciones, mientras tanto, nosotros en el medio sin saber bien que soluciones hay.
Contexto histórico.
No podemos analizar el tema, o más bien, el problema que tenemos hoy en día, sino lo contextualizamos en la historia. El problema con el agua no es de este año, ni de hace tres años, ni de hace diez años atrás. Es cierto, durante estos diez últimos años se ha venido complicando seriamente. Y la inacción política sobre el recurso del agua la ha complicado más aún.
Ya desde la dictadura militar en Uruguay (1973-1984) se veía la necesidad de crear la represa en Casupá, ya se estaba viendo el problema del agua para la zona metropolitana. A eso hay que sumarle el aumento poblacional que ha tenido esa zona, producto de la migración del interior del país hacia la zona metropolitana. A modo de ejemplo, la Ciudad de la Costa, lugar donde vivo desde hace 52 años casi, paso de tener una población en 1975 de 19482 habitantes, a 112449 en el 2011. Dejo una tabla abajo con los datos del INE sobre el crecimiento poblacional de dicho lugar.
Pero no solamente la Ciudad de la Costa creció poblacionalmente, también la ciudad de Las Piedras creció casi un 50% entre 1975 y el 2011. Lo mismo pasa con Ciudad del Plata del departamento de San José y que integra el área metropolitana. Si bien Montevideo no ha crecido poblacionalmente, sí han crecido las zonas linderas y que se encuentra dentro del área metropolitana. En 1975, estas tres ciudades sumaban una población de 83937 mientras que en el 2011 tienen una población de 214863 habitantes, siendo la Ciudad de la Costa la que tuvo un mayor incremento poblacional.
La inacción política sobre el recurso agua: la creación de las represas.
Pero este crecimiento poblacional generó un mayor consumo de agua potable, algo que no se tomó en cuenta por parte de los distintos gobiernos que han habido. En 1933 se construyó la represa de Aguas Corrientes, en 1955 se creó la represa puente del arroyo Canelón Grande y en 1986 se creo la represa Paso Severino. Pero desde 1986 en adelante, con el aumento poblacional que hubo en la zona metropolitana, no se buscó crear otra represa u otra alternativa para asegurar el recurso del agua potable. En la dictadura se había planteado crear la represa de Casupa, durante los gobiernos democráticos dicho proyecto vivió encajonado hasta que, en el 2019 durante el cambio de gobierno, se le entrega el proyecto con un préstamo preaprobado y todo pronto para ser ejecutado… y el gobierno entrante (el actual), decide encajonarlo.
Todas estas represas se encuentra en la cuenca del río Santa Lucía. Suministran el agua potable al 60% de la población del país… no es poca cosa el problema. Y la inacción política sobre el recurso del agua está afectando a toda esa población.
Pero, además de todo este problema, durante décadas se estaba perdiendo el 50% del agua potable por roturas de cañerías.
Quien debía repararlas, la empresa estatal que está a cargo del agua potable, la OSE, no tenía personal suficiente para realizar las reparaciones. Pero bueno, se empezaron a tomar alguna acción política, además de tirarse el fardo.
La acción política, tarde pero llega… con la soga apretando fuerte el cuello.
Por el momento, la única acción política es esperar a que vengan las lluvias… no, no es un chiste, es en serio, esa es toda la acción política por el momento.
Bueno, no toda, también declararon la emergencia hídrica, hace una semana casi y cuando ya casi no tienen agua las represas. Sí, ya sé, muy pero muy tarde. También exoneraron de impuestos a las aguas embotelladas. Tarde también. También, hace poco más de un mes, mandaron un avión Hércules a buscar una usina potabilizadora. ¿Quieren que les cuente un chiste al respecto? No entraba en el avión por 15cm… y no, no es un chiste, y además de que no causa gracia. La están trayendo por barco y demora como un mes en llegar… y no, no es un chiste tampoco.
También se está viendo de realizar un embalse en el río San José y transportar el agua por un sistema de cañerías hacia Aguas Corrientes, eso llevaría más o menos un mes tenerlo pronto. La demora es porque tienen que traer los caños desde Argentina y Brasil además de realizar el embalse. ¿Por qué no se hizo antes? No sabemos bien porque no profundizo el presidente en la explicación.
La inacción política sobre el recurso agua: lo que se podría haber realizado y no se hizo.
El gobierno anterior le entregó dos carpetas, una con el proyecto Casupá y otra con el tratamiento de los lodos del río Santa Lucía ya con el préstamos preaprobado, faltaba poner la firma nada más. El gobierno actual optó por ahorrar dinero y no ejecutar dichas obras. Pensó en una alternativa, el proyecto Neptuno, pero tampoco lo ejecutó. El proyecto Neptuno, cabe aclarar, que no es válido en determinadas épocas del año, porque extrae agua del Río de la Plata, la cual pasa por períodos de alta salinidad.
En tres años y pocos meses, ¿qué acciones podría haber realizado?
- Reparar las cañerías rotas. Se estaba perdiendo el 50% del agua potable por roturas de cañerías. La OSE debería haber contratado más personal para poder reparar las cañerías.
- Campaña de concientización sobre el uso responsable del agua. Se podría haber educado a la población para que usara el agua potable de manera eficiente y responsable.
- Quitar impuestos al agua embotellada para estimular su uso.
- Realizar una exploración del recurso agua subterránea para su extracción en distintos puntos del área metropolitana.
- Realización de microembalses y compra de cañerías. No esperar a último momento para realizar las compras.
- Compra de usinas potabilizadoras para proveer agua a sanatorios y hospitales.
- Declarar la emergencia hídrica en el verano y haber tomado medidas las medidas que se tomaron ahora… pero en el verano, es decir, cuatro meses antes.
El gobierno tuvo tiempo para tomar medidas, aún a costa de no tener la represa de Casupa. Tuvo TRES AÑOS para empezar a pensar en uno o varios proyectos alternativos para tener agua potable para el 60% de la población. Podía haber convocado a la oposición para trabajar en una política de Estado. Pero… no hizo absolutamente nada… y ahora la población, más de la mitad del país, está pagando el precio de esas inacciones.
Es increíble que, en un país como Uruguay, con una vasta red hidrográfica, con acuíferos, tengamos que estar creyentes y ateos, «rezando» para que vengan las lluvias que, hasta el momento, nos han esquivado. Parece como un «castigo divino» por la soberbia e inoperancia de un gobernante que está más para las selfies que para gobernar responsablemente.
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